El cuidado de los detalles

¡Buenas noches!
 
¡Se me ha quemado el ordenador! Se ha quedado en blanco, para los tiempos que corren en los que todo es de usar y tirar y pasado un año ya está todo obsoleto decir que me ha durado 11 años sorprende y mucho.
Nos hemos acostumbrado, a no cuidar las cosas, a dar por hecho que tienen una corta duración y abusar de ellas.
Nos hemos acostumbrado, a buscar "el último modelo" aunque de las 100 aplicaciones que tienen usemos 10, pero es "la moda", "lo nuevo", "lo guay".
Nos hemos acostumbrado, a ser felices teniendo más, presumiendo de "tecnología", de "vanguardia", "de última generación".

Y entre tanta costumbre, también nos hemos acostumbrado a no cuidar las relaciones humanas, a obnubilarnos con lo nuevo y descuidar las personas que nos quieren de verdad. Porque es más fácil no complicarse, no implicarse, no buscar soluciones, es más fácil quedarse con quien no exige nada de nosotros, no nos cuestiona nada y solo se queda con lo efímero...

Los ordenadores nuevos van de maravilla, todavía no he terminado de configurar el mío, pero solo ver esos colores, ¡te alegran! ¡Imaginar la rapidez de trabajo ahora! Que será de esos reinicios constantes, esos bloqueos, esa lentitud del viejo...

Está claro que la evolución, como ayer contaba, es inminente y necesaria, llevando consigo una renovación y un alto componente de innovación y creatividad. Pero no perdamos el foco, a veces, muchas, las cosas sencillas son las mejores y a veces, buscamos adornos que no le sirven a nuestro traje.
Mejor cuidar los detalles, mejor llevar una pequeña joya antigua con significado, que alharacas del momento.

Otro día os contaré lo que he hecho en la tienda de ordenadores... jijiji
 
#FelicesSueños

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