De nuevo por aquí, la vida 1.0 compaginada
con la 2.0 y 3.0 me tiene de allá para acá... ¡y menos mal!
Se ha puesto de moda y suena guay eso de
"las redes sociales están para compartir", los recursos humanos están
evolucionando hacia la cultura 2.0, es la era de la innovación, del talento
humano, si no tienes Blog, Twitter, LinkedIn, Facebook, Pinterest,
Instagram, etc. Eres un indigente digital, estás perdido, no gestionas tu marca
personal, ni sabes lo que es el "benchmarking", el
"goodwill", en definitiva el capital intelectual de las empresas. ¿Qué
estás haciendo?
Creo que todo es bueno si se sabe utilizar,
pero también creo que hay mucho "humo" con respecto a esto.
Si nos centramos en el área de recursos
humanos, es evidente, que se ha producido una evolución histórica. Pasando
desde el esclavismo como primera manifestación de relaciones de trabajo
(obviamente de obediencia en este caso), el feudalismo en la Edad Media. Con la
aparición y desarrollo de las ciudades, aparece la actividad artesanal, con
prestación de servicios en régimen de libertad. Los gremios donde ya se atisban
unas estructuras jerárquicas: maestros, oficiales y aprendices. Pero siguen
siendo relaciones de sumisión profesional. El liberalismo provocando la
revolución industrial...
Así hasta las primeras décadas del siglo XX con la aparición de la psicología
industrial, todo ello hasta llegar de 1970 a 1990 a la aplicación de los
criterios que llaman "recursos humanos"
Obviamente, en un rápido vistazo todo ha
cambiado, pero las personas seguimos siendo personas. Para bien y para mal.
El mensaje que quiero transmitir es que toda
esa vorágine que estamos viviendo en el mundo digital en general y en la
gestión y dirección de los recursos humanos en particular, se tiene que
canalizar y sobre todo se tiene que poner en marcha.
De que sirve que cuatro gurús muevan miles de personas por redes sociales, si la realidad de las empresas es otra. El primer paso es un cambio de conciencia social y eso viene por los que están arriba de la pirámide. Que frecuentemente, valga redundancia, no frecuentan las redes, o no mantienen un contacto "humano" con sus "subordinados".
Luego viene el caso del empresario/jefe modelo "fulanito de tal" y se mezcla con los "curritos" de su empresa y se implica en las políticas de estrategia interna del área de recursos humanos y la gente etiqueta de "raro", "moderno" y no sé qué más...
La realidad es que se necesita un cambio de mentalidad y si verdaderamente las "personas" somos el verdadero motor de la empresa, cuidémoslo, pero no de forma artificial para figurar en tal ranking o para obtener contactos, sino en beneficio del "bien común", como personas, como empresa y como sociedad.
Todavía no cuelgues las botas...
CREER que SE PUEDE.
#FelicesSueños
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